Los implantes son fijaciones de titanio puro que se colocan en los huesos maxilares con el objetivo de sustituir las raíces de dientes perdidos, cambiando la pieza natural por otra artificial. Se consigue mejorar en funcionalidad y en estética. Se trata de componentes que sustituyen las piezas naturales, completando la dentadura y mejorando la función masticatoria.
El proceso por el que el implante se va a integrar en la estructura de la mandíbula y los demás dientes se denomina ostointegración. Entre sus beneficios está la duración. Los implantes dentales suelen durar mucho tiempo si se les da el cuidado adecuado. Incluso pueden acompañarnos toda nuestra vida.
El material con el que suelen elaborarse la implantología dental es el titanio. Se colocan en el maxilar superior o en el inferior, y operan como una sólida base para sujetar la corona o la prótesis y así actuar como un diente más.
La intervención para aplicar los implantes se lleva a cabo en la consulta dental, siempre que tenga el material preciso para la cirugía. En la mayoría de las ocasiones se utiliza anestesia local. Cuando es necesario llevar a cabo una intervención de larga duración (casos de regeneración ósea, una completa rehabilitación…) puede utilizarse anestesia mediante sedación monitorizada.
Las raíces de los implantes suelen tener forma de tornillo y se fijan de forma permanente al hueso. Como hemos vito, con Osteointegración se van a integrar el hueso y el titanio del implante. Este proceso va a durar entre 3 y 6 meses y recibe la denominación de restauración del implante.
Existen algunos efectos secundarios en la realización de implantes, pero suceden de forma excepcional. Los implantes no provocan ningún tipo de rechazo en nuestro organismo. En muy pocos casos se ha observado el fracaso de la oseointegración, así como la aparición de algunas infecciones.
Es normal que durante la intervención se produzca la pérdida de sensibilidad en el labio inferior. El especialista debe tener cuidado al operar en esa zona para no utilizar un implante demasiado largo que pueda dañar el nervio, pero tampoco otro tan corto que no pueda aguantar las funciones que tendrá que desempeñar.
Como hemos mencionado se trata de una opción a muy largo plazo. Hay muchos casos en que la duración es superior a 20 y 25 años. Se trata de la mejor elección para remplazar un diente. Sin embargo, es fundamental mantener una buena higiene bucal para alargar la duración.
El material con el que se suelen confeccionar los implantes dentales es el titanio. En la actualidad hay muchos tipos de implantes dentales. Pero los que ofrecen una mayor durabilidad son los fabricados con materiales biocompatibles, como es el caso del titanio.
La peculiaridad de este material y su característica de biocompatible facilita la integración con la estructura ósea de los maxilares, favoreciendo la integración y que el implante no sea rechazado.
Las estadísticas lo dejan claro. Más del 70% de los adultos entre 35 y 44 años han sufrido la pérdida de algún diente, sea mediante una enfermedad, un golpe, accidentes, una caries… El caso de la caries suele ser el más corriente. Otros datos de estas estadísticas nos afirman que el 26% de los adultos han perdido todos sus dientes permanentes al llegar a los 74 años.
Los beneficios de utilizar los implantes vienen derivados de que aportan resultados satisfactorios a largo plazo y muy pocas complicaciones. De esta forma, se puede disfrutar de las ventajas de los implantes durante muchos años. El porcentaje de éxito de estos tratamientos está en torno al 90%.
Cuando los implantes se han integrado en la dentadura, se consiguen ventajas muy importantes:
Para disfrutar de estos beneficios, es importante realizar una buena elección de la clínica o el profesional que va a realizar la colocación. Es imprescindible eliminar los riesgos de tener complicaciones en un futuro cercano.
En la Clínica Dental Caldes de Montbui reponemos tus piezas dentales perdidas de forma permanente. Nuestros implantes son una excelente solución saludable y estética para sustituir la raíz de los dientes. Realizamos la implantación mediante cirugía indolora y sobre el soporte colocaremos una prótesis que sustituirá al diente.
Aunque no lo parezca, el post operatorio de la aplicación de los implantes es menos molesto e incómodo que en el caso de otras intervenciones odontólogas de menor relevancia.
Si el implante está bien colocado no debe haber ningún tipo de dolor. La única molestia será la de la herida de la encía y para que esta herida no se infecte es necesario realizar una higiene escrupulosa. En algunos casos puede aparecer una hinchazón en los primeros días tras la intervención. Por seguridad suelen prescribirse antibióticos.
La medicina estética no es solo ciencia, es un arte:
