La sedación consciente se consigue respirando una combinación de oxígeno y óxido nitroso (al que se conoce con el nombre de protóxido), lo que originará una sensación relajante que controlará la ansiedad del paciente y su miedo a la intervención del especialista. El paciente estará consciente en todo momento, incluso podrá hablar con el personal que lleva a cabo la intervención.
En su aplicación se utiliza una mascarilla que se va a aplicar sobre la nariz del paciente. De esta forma, con la ayuda de una máquina los gases se mezclan con total seguridad. El paciente irá respirando con normalidad y en unos minutos comenzará a sentir una relajación que le permitirá recibir superar el estrés y la ansiedad que la visita a la clínica dental le produce. Al finalizar la administración del gas, los efectos desaparecen rápidamente.
Entre las ventajas del suministro de este gas, llamado también “gas feliz o de la risa”, se trata de un compuesto no inflamable, con un olor dulzón, insípido y sin color, que no dificulta la respiración ni irrita las mucosas, no produce ningún tipo de alteración cardiovascular y aporta un efecto analgésico sobre el sistema nervioso central.
Los pacientes más propensos a necesitar este tipo de sedación son:
En todos estos casos la acción de especialista odontólogo tiene que ser combinada con la consulta al médico de cabecera.
Algunas circunstancias personales o de historial clínico desaconsejan la utilización de la sedación consciente. Aunque son situaciones excepcionales, la sinceridad del paciente con el profesional odontólogo es fundamental, para evitar efectos secundarios:
Básicamente se transformará un momento de tensión y de ansiedad en una experiencia odontológica cómoda, agradable y de forma consciente. El especialista llevará a buen término las operaciones dentales sobre el paciente de forma rápida, eficaz, con seguridad y precisión.
Entre las sensaciones que el paciente percibirá está la pérdida parcial de sensibilidad, una percepción de letargo y somnolencia, el hormigueo de sus extremidades, bienestar, flotamiento y relajación general, con la pérdida de la noción del tiempo que va a transcurrir. En su aspecto exterior el paciente estará relajado, cómodo y con las constantes vitales inalteradas. La boca se puede mantener abierta e incluso es posible la comunicación verbal.
La duración del inicio de la sedación consciente estará en torno a los 2-5 minutos. En ese tiempo va originándose el nivel máximo de los efectos de forma progresiva. Puede controlarse la duración, pues los efectos terminan al interrumpir la administración del gas de forma inmediata, produciéndose una rápida recuperación. Pasados dos minutos, el paciente puede iniciar su actividad habitual de forma totalmente normalizada.
Tras la intervención con sedación, el paciente no suele recordar nada y percibe la visita al dentista como una grata experiencia. No es preciso llevar a cabo ninguna reanimación. La persona que ha recibido la sedación consciente se encontrará con la sensación de haber tenido un agradable sueño reparador.
Como vemos, las intervenciones dentales pueden realizarse bajo un estado de sedación que va a proporcionar comodidad, confort y relajación en el tiempo en que el equipo médico lleva a cabo su actuación. En la Clínica Dental Caldes de Montbui ofrecemos la sedación controlada en nuestras intervenciones, para reducir y eliminar el estrés, la ansiedad, el temor y cualquier sensación de dolor.